domingo, 10 de diciembre de 2017

El aura

Tantas veces se nace y se muere...
y prodigas tu energía en ritos,
baladas que alimentan desde siglos
la calma de la repetición.
Nuevos himnos se añaden, y como el cisne
alzas la cabeza y te deslizas confiada.
En ese vals de ida y vuelta
reconoces tu grandeza, y el corazón
araña migajas para las siguientes venas.
Hoja zarandeada, disuelta en agua oscura,
arrastrada como fango violento hasta el túnel de toba
fuiste.
Hasta la intimidad de los átomos que transpiran dulzura.
El secreto está a salvo. Más allá del grito,
de la emoción soluble 
resplandece el aura en terciopelo.
No importa que las manos desesperen
las manos de tierra viva
tarde o temprano tendrán su pan servido
la música y los azahares
que trastocan los sentidos.
Y el nudo que tejes
será desatado en el juego de estaciones y hechizos
que desafían tu cuerpo.
La larva será indultada en la ceremonia azul de las estrellas
en el vaivén del aliento
y los zapatos del regreso.
Nada se crea ni se destruye.
Asumes la condición
de prórroga. Esa escalera
que es rama de noche te espera
con sus peldaños al aire.

.

No hay comentarios: