lunes, 14 de junio de 2010

Herida

Por una herida abierta de paz no declarada sangra mi vida
en indiscretas, palpitantes exhibiciones de dolor mal tolerado
volcán impúdico,
escanciado tormento
de fuentes infinitas y difícil salida.
En frenética purga, en hilera de clavos
crece un río de rosas deshojadas
por una herida abierta de paz no declarada.
Por una herida abierta de paz no declarada
expira mi vida
entre inmóviles surcos de llamas y de intrigas
en nieves fatigadas y en penas distraídas.
Entre espinas sedientas y carne estremecida
brota un río de rosas deshojadas
por una herida abierta de paz no declarada
En abismales prados de viscosa sustancia
se ahogan corazones y astros guillotinados
himnos desconsolados y silenciosos ecos de un arrogante olvido
respiran por la herida.
Fatigadas palomas de suculentas alas
revientan barricadas y descubren albores
mariposas tan dulces como lunas de almíbar
suspiran por la herida
de paz no declarada.