martes, 16 de febrero de 2016




Sangre
Qué gran tarea la de la sangre
que no se resigna a ser charca
a ser lago o pradera inmune,
que se funde en aleaciones
se derrama en carreras a muerte, en dardos nucleares.
¡Qué gran caudal de idilio y misterio!
no hay capilar que resista el encuentro de la rosa
tan enamorada, tan alerta, tan caliente la sangre
que libera un universo en entrañas

dulcificado el corazón, sereno el vientre.