jueves, 7 de febrero de 2013

Hablemos de poesía




¿Quién puede decir si un poema es bueno o malo?
Nadie puede saberlo a primera vista.
Si un poema es la llave que abre la caja fuerte del corazón
y revela secretos inauditos
entonces, es un gran poema
con independencia de su rima, o de su autor.
Si produce extrañamiento o zozobra, alegría o emoción sublime
entonces, es un gran poema
y te pertenece por entero a ti, lector
aunque en tu vida hayas escrito una estrofa
o seas perezoso, o las letras te produzcan mareos.
Aunque seas de los que piensan que los poetas
son niños que hablan como locos
o locos que hablan como niños.
Aunque tu vida sea prosaica (como la mía, al fin y al cabo)
y llegues a fin de mes con un pie en el abismo.
Aunque la cólera de las noticias incendie tus neuronas
y creas que te están robando verdades como puños,
aunque comprometan tu vida seres sin rostro que transitan ocasos
y en medio de la confusión te agarres ferozmente
a una tableta de chocolate, al maldito tabaco
o a la barra de un bar cutre,
este poema te pertenece si te produce extrañamiento
o zozobra, alegría o emoción sublime.
Se disparó la flecha. Si te acertó, es bueno.