sábado, 11 de junio de 2016






Nana para una madre

Ingresaron a mi madre (una vez más)
¿cuándo te perdiste, madre
qué secretas razones te doblan
para entorpecerte en charcas?
Apenas me sostienes entre tu piel supurada
me dejas caer como al descuido,
señalas baldas con retratos parapléjicos.
Ayer hablábamos de nuestros hijos
andan por el mundo como rosales trasplantados
el pequeño es un ángel
nos ayuda a cruzar bosques (pero él no lo sabe)
¡Cuántas verdades van tomando cuerpo
mientras el tuyo se consume en viales!
Madre, espera un poco más
aguarda un poco, como tú dices
te cantaré bajito, te cantaré una nana:
Mater bondadosa, no me extravíes
que tengo un frío de sabañones
Mater amantisima
deja a la puerta panes recientes.
Mater prudentisima, no te evapores
entre cazuelas de mediodía.
Mater misericordiosa, dame mejillas
para mis besos llenos de hambre.

lunes, 6 de junio de 2016



          Madre-maga

          La madre
          está aquí
bordando nuestros cielos.
         Reparte almíbar para las frágiles encías
de la tarde,
          siembra crepúsculos con el naranja suculento
que arde en los cerros.
En el silencio echa redes para atrapar
el nácar de las caracolas.
         Está aquí
atendiendo todas las súplicas
que laten bajo las algas espesas,
      sellando en dulzura
cicatrices desveladas.
      la madre, la que tanto nos amó
emigra como golondrina en busca
de los paisajes púrpura que soñó de niña
      y vuelve para abrazarnos
cuando la más oscura de las noches quema
      los corazones solitarios.
Ríe con una risa de plata
que acelera el relámpago azul de las campanas.
 Nos envía besos del manantial inagotable
      de su amor pues nunca están ociosos los labios que besaron.