Fish and chips
En el
ir y venir de autobuses de dos pisos
se van
quedando pedazos de mi historia, las horas,
las
avenidas. Los pacientes muchachos de piel rosada.
Mejor
así. En los pozos de la memoria hay algas
y piden
ser desbrozadas.
¿qué
más contarte?
Nelson
sigue en sus trece sobre las losas frías
de
Trafalgar Square,
pero hay
batallas más cercanas. Las libra cada día
la buena gente de culo inquieto.
El fish
and chips es pura necesidad. A estas horas
la boca
es un alijo de saliva.
Hay
voluntad de seguir y seguir.
Y
seguir
La
bendición del viajero. Mapas de espuma, pintas en pubs
a cup
of tea. Lo que sea, con tal de perderse…
de no
ceder a las aguas mansas.
En la
velocidad hay un discurso, y una desobediencia.
Los
pies son verbenas y saltan como ranas. Su ritmo es una suerte de certeza.
Todo
está dispuesto para el que sabe mirar
En las
fachadas merengues de Notting Hill hay retrovisores
con
vistas a las colonias. También alguna meada estarcida en el suelo.
Prefiero
seguir adelante
los
mapas no mienten si saben interpretarse.
(Trafalgar Square, con el monumento a Nelson)
(Trafalgar Square, con el monumento a Nelson)