sábado, 4 de agosto de 2018



Nocturno

La noche eleva sus murmullos en oscuras capas
de cerraduras inviolables.
Ojos lascivos trenzan cristales en la piel de la serpiente
Está la ventana abierta, en el aire los jazmines.
Un abanico de luces se abre como un séquito
que festeja el verano.
Cae como piedra la noche sobre los corazones
su transparencia, su dolor cuelgan en lánguidas terrazas,
perpetúa solsticios
el rojo disparo
de los cielos negros.